Acto de nombramiento “Asociada de Honor de la APPA” a la periodista María Rosa Mirasierras, el 30/3 a las 19:00 h en la sede de San Fernando de la UA

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El próximo 30 de marzo de 2023, la Asociación de Periodistas de la provincia de Alicante hará entrega del nombramiento como “Asociada de Honor” de la APPA a la periodista María Rosa Mirasierras, título honorífico que recibirá la propia María Rosa rodeada de sus familiares, compañeros y amigos. Este entrañable acto, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Alicante, tendrá lugar en una de las sedes que la UA tiene en la ciudad, la que hay en la C/ San Fernando, 40.

Anuario APPA 2022, 7 amigos y compañeros

En el Anuario 2022, 7 amigos y compañeros, que compartieron tiempo y trabajo con María Rosa, escriben sobre el amor a su profesión de esta periodista, que se entregaba al máximo en las diferentes tareas que ha ido acometiendo a lo largo de su prolífica y emprendedora carrera profesional.

Examen de ingreso en la Escuela Oficial de Periodismo, 3/9/1969. Los tres aspirantes aprobaron: detrás de María Rosa, Fermín Vílchez con gafas, diseñador de grandes cabeceras, y Juan Frisuelos, destacado periodista en la Agencia EFE // Publicada en ABC el 10/11/1970 para ilustrar el artículo de Ignacio Agustí.

María Rosa Mirasierras: sensibilidad y comunicación, por Asunción Valdés

Una brillante carrera a través del diario INFORMACIÓN y la Universidad de Alicante

Con la llegada al INFORMACIÓN, en 1973, de la madrileña María Rosa García Mirasierras, Alicante ganó, además de una excelente periodista, una alicantina de corazón que ha hecho de la comunicación el medio principal para el entendimiento, la confianza y la eficacia.

Con ella, ya éramos tres redactoras: La decana del periodismo femenino, Pirula Arderius, servidora y María Rosa. Un vínculo sólido para nuestra amistad y admiración mutua, indelebles a través de décadas. Nuestro director, el joven de Valdepeñas, Jesús Prado, se dio cuenta de la importancia de la savia nueva y nos encomendó tareas en primera línea, con autonomía. Hacíamos de todo. La primera periodista de la capital y la provincia representaba para mí el talento y la audacia; María Rosa, la sensibilidad y la cultura. Con frecuencia, se dedicó a informar de asuntos educativos y culturales.

Pero la diplomada por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid no vino sola al diario del vetusto edificio de la calle Quintana. Durante los estudios —que pronto se transformaron en universitarios— había conocido al amor de su vida, Mario Sierra, también madrileño. Los dos echaron raíces en la Terreta. Casados por un cura compañero de promoción, tuvieron dos hijos varones: Altair, el astro más brillante de su constelación, y Mizar, la estrella de en medio de la cola de la Osa Mayor. Así de soñadores y creativos eran María Rosa y Mario.

La Universidad de Alicante, heredera de la de Orihuela de 1569, necesitaba un Gabinete de Comunicación, tras su creación en 1979. La pareja dejó el periódico de referencia en 1984, para entregarse a este apasionante proyecto. A partir de ahí, los servicios de prensa, comunicación e imagen de la UA, con María Rosa como directora, no pararon de crecer. Mario se dedicó al Centro de Documentación Europea del campus de San Vicente del Raspeig y, más tarde, a labores de divulgación científica, manteniendo su relación con el Gabinete de Comunicación.

Los dos habían obtenido su licenciatura en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense e ingresaron como funcionarios de nivel A en la Universidad de Alicante. Además, la periodista añadió a sus funciones la de profesora asociada del grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la UA.

María Rosa Mirasierras, consciente de que las mujeres tenían que lograr más oportunidades en sus carreras, impulsó con otras compañeras en 1995, y presidió, Dones i Comunicació. Fui una de sus afortunadas, al recibir, cuatro años más tarde, el Premio Flor de la asociación de periodistas alicantinas, en un acto precioso en el Castillo de Santa Bárbara. Nunca olvidaré la dulzura con la que María Rosa trató a mi querida madre, que asistía a uno de sus últimos actos públicos. Falleció en 2002. De nuevo, la presidenta nos volvió a reunir con motivo del décimo aniversario de Dones i Comunicació, esta vez, en el Salón Imperio del Real Casino de Alicante, un escenario asimismo inolvidable.

En 2005 la pionera fue elegida presidenta de la AUGAC, Asociación de Profesionales de Gabinetes de Comunicación de Universidades Españolas, públicas y privadas, y Centros de Investigación, entre ellos, el Instituto Astrofísico de Canarias o el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Ya jubilada, siguió perteneciendo a la AUGAC como miembro honorífico. Porque María Rosa Mirasierras deja huella. Como ahora que recibe la distinción de socia de honor de la Asociación de Periodistas de la provincia de Alicante.

Por eso no me sorprendió cuando Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue vicepresidente del Gobierno y, entre otros altos cargos, ministro de Educación y Portavoz, me dijo que la Universidad de Alicante era una de las de más futuro. Ahí estaba el granito de arena de María Rosa, difundiendo durante décadas, la singularidad arquitectónica y medioambiental del campus de la UA, el carácter innovador de su Parque Empresarial o su excelencia universitaria; en definitiva, su servicio a la sociedad.

En 2017 cambió la foto del WhatsApp de la profesora Mirasierras. En su perfil apareció la romántica imagen de ella y Mario, jovencitos, en una góndola veneciana. Su enamorado había fallecido en abril, a los 68 años, en la clínica Vistahermosa, víctima de dificultades respiratorias y el ELA, la cruel enfermedad que aprisiona la vida.

Dos meses después, amigos de la Escuela Oficial de Periodismo —Karmentxu Marín, Amalia Sánchez Sampedro y Luis Serrano— nos reunimos con María Rosa en Alicante para consolarla y recordar a Mario y aquellos tiempos junto a otros de sus compañeros de promoción: Andrés Aberasturi, Rosa Montero —los dos fueron becarios del INFORMACIÓN—, Pilar Cernuda o Fermín Vílchez. El arroz con pata del Racó del Plá y buenos vinos de la Terreta ayudaron a sobrellevar las sorpresas que te da la vida.

La fotografía del WhatsApp de María Rosa Mirasierras ha vuelto a cambiar a finales de 2022: rodeada de sus hijos, sus dos nietos y su nuera sonríen todos al futuro, dentro de una bola luminosa de la Navidad alicantina.

¡Gracias y enhorabuena, admirada y dulce amiga, por tu brillante carrera vital y profesional!


María Rosa Mirasierras, la gran buscadora de noticias. Por Pirula Arderius

Me contaba que desde muy pequeña sintió la vocación de ser periodista, de ser comunicadora, de llevar noticias, de contarlas: primero, en casa, a su familia, entre sus compañeros de colegio, después con sus amigas… y siguió y siguió contando noticias.

Cuando llegó al periódico, allí estábamos las dos jóvenes periodistas entre todos los colegas de profesión; enseguida se incorporó a cubrir las noticias en la calle, no teníamos descanso. María Rosa defendiendo siempre la comunicación cercana con cuantos entrevistaba, encarando la noticia y desmenuzándola para seguir “contando” las noticias a su audiencia. Hizo muy buenas amistades, como no podía ser de otra manera; su dulzura y amabilidad, además de una excelsa profesionalidad avalaban su trabajo. Era muy constante buscando noticias, era incansable, siempre llegaba al periódico con alguna novedad interesante. Su lugar invariablemente estaba un paso por delante.

¡Qué grandes momentos hemos pasado juntas, compañera y amiga querida!


Reunión de jefes de gabinetes de prensa, 7/7/1990 (Fotografía: Vicente S.).

El recuerdo de Andrés Pedreño

Estoy enormemente agradecido a María Rosa por su labor al frente del Gabinete de Comunicación de la Universidad de Alicante. En esos años, el Gabinete hizo una labor gigantesca para proyectar una universidad que daba sus primeros pasos en la sociedad alicantina. Se diseñaba y construía el campus, impulsábamos el primer vicerrectorado de nuevas tecnologías, se promovía el primer parque científico, entre otras muchas iniciativas (puestas en marcha de nuevos títulos, centros, sedes…).

Fue una suerte encontrar a una gran profesional implicada y comprometida con la universidad, que destacó por su eficiencia, imprimiendo en sus textos el cariño que profesaba a nuestra “alma mater”.

Mi agradecimiento personal y mi deseo de que siga activa en la proyección de nuestra querida Universidad.


Grupo que fundó Dones.

Fotograma de un recuerdo, por Gema García Signes

Era un portal estrecho y oscuro que daba paso a unas escaleras igual de estrechas y aún más oscuras. Al menos ese es mi recuerdo de cuando llegué por primera vez a la sede del INFORMACIÓN que por entones, primeros años de la década de los setenta, estaba en la calle Quintana. En la sala de su mítica redacción, las máquinas de escribir tecleaban sin prisa entre el sempiterno humo del tabaco de aquellos periodistas que parecían personajes sacados de una película en blanco y negro. Y allí, como dos imanes para la mirada, estaban ellas. Jóvenes, atractivas, luminosas. Pirula y María Rosa eran para mí las reinas de la redacción.

Por aquel entonces José Ramón Giner ejercía de Redactor Jefe, imbuido en mente y espíritu por la corriente del llamado “Nuevo Periodismo” que había patentado Tom Wolfe. Y aquí María Rosa entraba en acción con la tranquila seguridad de quien se sabía la lección.

Giner (dirigiéndose a la chica de prácticas, o sea, yo):

“¿Has leído el texto de M. Rosa?,  ¿te has fijado bien?” Y yo cabeceando sin parar. “¿Te das cuenta de cómo ha descrito las palmeras, con ese color verde menta tan gráfico?” Yo seguía asintiendo  mientras recordaba el jardín del Gallo Verde, una importante sala de fiestas del momento, cuyas palmeras pensé que efectivamente estaban iluminadas con ese verde mentolado.

No sé si José Ramón triunfó en su empeño de traer el estilo del dandi estadounidense hasta tierras alicantinas, pero para mí María Rosa fue entonces el objeto absoluto de mi devoción periodística. Y mientras duró mi aventura, corta, en el diario INFORMACIÓN también fue la buena compañera que no regateó nunca, cuando fue menester, su apoyo a esa joven colega que empezaba.

Sin duda ahí empezó a gestarse ese sólido pegamento que después de los muchos años pasados y de los distintos caminos, mantiene inalterable una bonita amistad. Un beso y ¡enhorabuena por tu gran hacer en todos esos años al pie del cañón!


Otra imagen de Dones i Comunicació.

Recuerdo de Txiqui Martínez Carrión

Querida compañera:

Hace exactamente 42 años que nos conocimos en la redacción del INFORMACIÓN del Dr. Rico. En todo este tiempo hemos compartido muy buenos momentos profesionales, también en la Asociación. Nos unen vínculos personales y cercanos.

Por eso quiero felicitarte María Rosa, por este reconocimiento como Asociada de Honor de la APPA.

Besos y abrazos.


En Rafiki África, la comunicación nace con María Rosa. Por Juan Amirola

Desde Rafiki África me complace unirme al homenaje a María Rosa, que está dedicando tantos momentos a servir a los demás; realmente lleva años que vive para los demás. En Rafiki África nace la comunicación con ella y sigue trasladando a socios y amigos todo el sentimiento de lo que hacemos. Como presidente de Rafiki África, en nombre de toda la Junta a la que pertenece y en el de todo equipo que día a día trabaja por mejorar una de las zonas más pobres del mundo, y con los que trabaja y la quieren, quiero resaltar su tremenda humanidad.


Viaje de fin de carrera de María Rosa con sus compañeros de promoción a Estados Unidos.

Del carrito para micros a las listas de correos, por Ana Jover

La entrada de la tecnología en el periodismo se está desarrollando a una velocidad que, en muchas ocasiones, trastoca nuestra dimensión del tiempo y de la historia. Saber adaptarse a esos cambios y aplicarlos en el trabajo ponen a prueba no solo nuestras habilidades —skills, con permiso de la RAE—, sino también el ingenio. María Rosa puede contarlo en primera persona, porque tuvo que lidiar con unos cambios muy rápidos para una profesión que ha sufrido y sufre un estrés social. Todo debe ser más rápido, más ágil, más.

Tuve la suerte de conocerla poniendo en práctica uno de sus ingenios: el carrito para los micros de las televisiones y radios. La imagen es recurrente: alguien ofrece una rueda de prensa y los medios acudíamos. La sala se llenaba y todos empezábamos a sacar nuestros cacharros: grabadoras y una nube de micros con sus delicadas patas. Para que cada vez que hablara una persona, aquello no se convirtiera en una peregrinación microfonal, la Universidad de Alicante, con su directora a la cabeza, contaba con una bandeja con ruedas (parecida a un carrito) y todo fluía. Era poco fino, pero era ágil. Aquella herramienta útil mostraba una parte del ingenio de una profesional que partía de cero en un llamado “gabinete de Comunicación”, no de prensa. No era lo habitual.

Con sus aciertos y errores, la experiencia de María Rosa en la UA sirvió para abrir muchas puertas y, sobre todo, para traer numerosas novedades relacionadas con la comunicación. Algunos desconocen que las universidades cuentan con una red de gabinetes y con su profesionalidad, y especialmente, por su curiosidad hemos exportado o importado maneras de trabajar.

Desde una perspectiva anónima, María Rosa ha aportado modernidad allá donde ha trabajado o colaborado. Ella ya era moderna cuando enviaba por mensajero las notas de prensa porque quería asegurarse que lo recibía la persona adecuada y lo siguió siendo cuando, como presidenta de la asociación de Dones i Comunicació, apostó por la formación y el reciclaje de las profesionales que estábamos. Sabía y era consciente de cuán rápido cambiaba todo.

En esa etapa, pude conocerla a un nivel más personal y comenzar una amistad que hoy es un lujo mantener. Allí, en la terraza de su casa que es como un solárium con vistas al mar, pasábamos actas y organizábamos esa parte tan aburrida como es la prosa asociativa. Entre las muchas cualidades, descubrí que uno de sus dones es el equilibrismo, una cuestión fundamental en la profesión; pues, por mucho que el carrito para micros desapareciera, la supervivencia mental periodística está ligada a saber vivir entre el caos y el orden. Su tendencia natural siempre ha sabido reencontrar ese punto y para ello, lo ha hecho derrochando una felicidad exterior contagiosa y envidiable.

Es una gran profesional con honores, con galones y con infinitas historias. Solo una advertencia: nunca te ofrezcas para llevarle la maleta. Ella viaja preparada para todo. Gracias María Rosa por enseñarnos mucho de comunicación y arrestos.