Benjamín Llorens presenta el libro ‘Sucedió una vez: Alicante camino a la modernidad’

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Benjamín Llorens, miembro de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante y de su Junta Directiva, ha publicado Sucedió una vez: Alicante camino a la modernidad. Un trabajo que repasa la historia del municipio desde que fue declarado ciudad en 1490 hasta finales del siglo XIX, cuando entró en la modernidad. El autor recorre algunos de los acontecimientos de la evolución histórica de la ciudad a través de diferentes capítulos redactados al ritmo de una crónica periodística.

Conversamos con Benjamín Llorens sobre Sucedió una vez: Alicante camino de la modernidad y esto es lo que nos ha contado:

La idea

La idea surge de la Hoja del Lunes de la APPA. Ya son muchos años publicando artículos sobre cuestiones de Alicante y surgió la idea de hacer un libro, pero en lugar de hacerlo sobre una sucesión de publicaciones aparecidas en la Hoja del Lunes, he preferido otorgarle un sentido cronológico utilizando esos artículos como base. El libro no es una historia de Alicante, sino una sucesión de episodios de cómo pasa el tiempo desde que se constituye como ciudad hasta llegar a la modernidad con el ferrocarril y el derribo de las murallas.

De qué trata el libro

El año pasado se cumplieron 530 años del paso de Alicante de villa a ciudad, en 1490, cuando el marido de Isabel La Católica concedió el título a la terreta. He querido contar cómo ha sido la evolución desde el momento en que es considerada ciudad hasta que accede a la modernidad. Este camino pasa siempre por el puerto, el gran dinamizador de la ciudad.

Primero, cómo se produce el paso de villa a ciudad y quién firmó el documento. A raíz de ahí contamos el famoso bombardeo por parte de la armada francesa a la ciudad de Alicante, en 1691, que destruye casi por completo la ciudad; arrasando incluso el ayuntamiento, que ardió como una foguera. Tardaron 80 años en construir un nuevo ayuntamiento, en cuya obra estuvieron implicadas varias generaciones de la época.

Una vez construido, contamos cómo se desarrolla la ciudad a través del puerto y la huerta y cómo, a partir de los siglos XVII y XVIII, llega más industria. Además, explicamos que Alicante llegó a ser el segundo puerto más importante de España, después del de Cádiz.

A principios del siglo XIX hay un salto con la inauguración de la fábrica de tabacos, una gran industria. A partir de ahí, a mitad del siglo XIX, llega el ferrocarril, que es el primero de largo recorrido en España; circulaba entre Madrid y Alicante. Contó con la presencia de la reina Isabel II en su inauguración. A este importante evento para la ciudad se le dedican varios capítulos en el libro.

La redacción de este libro me la he tomado como si yo estuviera por allí, como si fuera el reportero que te cuenta cómo fue la visita de la reina, con todo bombo y parafernalia. Alicante se trasformó durante los tres días que duró la visita. Trajeron al decorador del emperador de Francia para engalanar la ciudad. Tanto se adornó que Alicante entró en quiebra.

Tras esto, ya en la segunda mitad del XIX, Alicante derriba las murallas con el permiso de la reina. La opinión unánime era que había que echarlas abajo. Se tiraron y se ensanchó la ciudad por todos los frentes.

Después, la I República fue una época muy convulsa. Los paisanos y vecinos de Cartagena vinieron con una flotilla y bombardearon, de nuevo, la ciudad de Alicante.

Un año después, en 1874, Alicante fue designada como la cota cero de España. Esto la colocó en el mapa porque se hizo la primera campaña de márquetin de la ciudad en el resto de España. En todas las estaciones de tren y edificios emblemáticos españoles como el Palacio Real, se dispusieron unas placas que señalaban que “la altura de este lugar sobre el Mediterráneo medido en Alicante es de tantos metros”. Este gasto fue a cargo del Estado, Alicante estaba en la ruina. Tardaron entre 30 y 50 años en poner todas las placas.

En el libro hay muchas más anécdotas. Por ejemplo, es muy curiosa la del abanico, que llega en tiempos de Fernando VII, pero esto ya lo veréis en el libro.

¿Cuál es el tramo histórico que abarca el libro?

Desde 1490 hasta 1874, que es cuando se declara Alicante como cota cero. El Instituto Geográfico Nacional, recién creado en esos momentos, hizo intentos en varias ciudades como San Sebastián o Málaga para elegir el lugar de la cota cero. Después de analizar todo, se decidió que el lugar con menos variaciones del mar era Alicante, pues tan solo era de unos veinte centímetros anuales.

Personajes históricos

Aparecen tanto alicantinos como otros personajes que aportaron algo a la ciudad, como por ejemplo, Jean Laurent, el autor de la primera fotografía de Alicante, o Cosme García, un inventor de La Rioja que desarrolló el primer submarino español que se puso de largo en el puerto de Alicante. Isaac Peral tenía nueve años cuando este señor probó con éxito su submarino en las aguas de Alicante. Murió en la ruina, a pesar de ser el inventor, por ejemplo, del matasellos, porque sus ganancias se fueron en construir ese submarino.

Otra figura histórica es Francisco Bouligny, nacido en la calle Mayor, que fue gobernador de la Luisiana española, cuando llegaba desde el Golfo de México a Canadá y del delta del Misisipi hasta el Salvaje Oeste. Luchó junto a las tropas de Washington en la independencia norteamericana porque España apoyaba a los rebeldes. Francisco Bouligny nació en una mansión con esquina a cuatro calles. Su padre era consignatario comercial del puerto de Alicante, estudió en el actual colegio Santo Domingo de Orihuela, que en aquel entonces era una universidad. Después se hizo militar y se fue a Luisiana. Su origen y conocimiento de la lengua francesa le ayudó a ascender. Llegó a ser gobernador militar del territorio y fue enterrado en la catedral de Saint Louis de Nueva Orleans. Además, fundó una ciudad con colonos españoles que es la única que aún pervive; se llama New Iberia. Tiene unos 35.000 habitantes y hay bustos y placas que recuerdan su memoria. En el libro reproducimos una placa colocada en la catedral en la que se lee “born in Alicante”.

Trabajo de investigación

El libro sólo tiene 100 páginas y se lee muy rápido, pero hay mucho trabajo detrás. Por ejemplo, además de investigar en el Archivo Municipal de Alicante y en la Biblioteca Nacional, también hay cosas que he obtenido de la Biblioteca Nacional del Congreso de los Estados Unidos, otras de los archivos de Nueva Orleans y el estado de Luisiana, también he visitado la Biblioteca Nacional de Francia o el INPI (Instituto Nacional de Patentes Industriales de Francia) para conseguir el diseño del submarino, ya que no he podido encontrarlo entre las patentes españolas porque el gobierno español no le compró el invento.

Hay mucho trabajo de consulta y el consiguiente expurgo dada la ingente cantidad de información recabada, para dejarlo en algo lo más sucinto posible; la idea era escribir un libro de divulgación, no una tesis doctoral ni un libro de historia, por lo que se ha pretendido no avasallar al lector con un exceso de datos.

Proyectos de futuro

En la actualidad estoy preparando un libro sobre los años veinte del siglo XX. Guardan una curiosa similitud con la situación actual y es que el mundo se recuperaba de la primera pandemia internacional reconocida, la llamada gripe española.

Entonces salíamos de una pandemia y ahora espero que también y que todo esto sea un recuerdo en unos meses. Apostamos por la esperanza de que consigamos hacer los felices años XX en el siglo XXI. Hay una serie de artículos que ya están publicados en la Hoja del Lunes y con ello haremos un recorrido por toda la década.

El libro puede comprarse a través de Amazon, tanto en versión digital como en versión impresa en tapa blanda.

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