En la veinte edición de este reconocido y siempre emocionado galardón, las casas regionales de la provincia, la Diputación de Alicante y el Ayuntamiento de esta ciudad, otorgan el título de Alicantina de Adopción a la almeriense Rosalía Mayor Rodríguez, presidenta de la Asociación de Periodistas de la provincia de Alicante.
Para la APPA es un verdadero honor que este reconocimiento recaiga sobre su presidenta, la primera periodista en ostentar este nombramiento. “Desde niña quise ser periodista, me encantaba leer y contar todo lo que veía. Sigo igual, con la misma pasión”, nos cuenta. En mayo de 2019 fue nombrada presidenta de la Asociación de periodistas de la provincia de Alicante, a la que “estoy dedicada en cuerpo y alma con una única misión: ayudar a mis compañeros y a mi profesión”, asegura.
Mayor dice sentirse “abrumada al pensar si he aportado suficiente en los veintiocho años que llevo viviendo en Alicante, si he sabido mostrar todo mi apoyo a esta provincia y difundir sus maravillas fuera de nuestras fronteras, como para recibir este merecimiento” sobre todo al pensar “en los nombres de los ciudadanos ilustres que me han precedido, que han dado tanto por Alicante”. Y termina “Créanme, este título ya se ha quedado grabado en mi ADN y, si he tenido alguna carencia, espero compensarla y poder hacer mucho más en los próximos años; no en vano soy la más joven en ostentar este cargo”.
Y agradece el apoyo de la Casa de Andalucía, a la que considera su casa, y del resto de casas regionales, además de la confianza de la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante que en su “persona han depositado” para otorgarle este nombramiento.
La carrera profesional de Mayor en Alicante se inició en la delegación del periódico ABC. Comenzó recorriendo la provincia realizando reportajes de los parques naturales de la provincia: Font Roja, el peñón de Ifach, la sierra de Mariola, la sierra Gelada, el Montgó, las salinas de Santa Pola y Torrevieja, el Hondo, el Marjal de Pego.
También, mientras estaba en ABC, fue nombrada directora de las revistas El Salt y Canelobre, editadas por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, organismo autónomo de la Diputación de Alicante. “Si con el periódico, nos cuenta, conocí físicamente esta tierra, con las revistas fui consciente de la historia, la cultura y los ilustres personajes que ha dado, y sigue dando, esta tierra”.
Su vinculación con el mundo de las hogueras ha sido constante: “Respecto a las fiestas, comenta Mayor, tengo que reconocer que la primera vez que oí una mascletá, además de la taquicardia que me dio, pensé que cuantos se agolpaban en la plaza de Luceros y aplaudían ante tal estruendo no debían de estar muy bien de la cabeza. Hasta que pasaron los años y muchas mascletás y ahora se me pone el vello de punta cuando noto que vibra el suelo con la traca final. Todos en mi familia nos involucramos en el mundo de las hogueras. Somos socios de los Chuanos desde hace más de una década, mi hijo fue presidente infantil de la hoguera de Los Ángeles-Felipe Bergé con cuatro meses y desfiló en la ofrenda de flores vestido de alicantino en su sillita y posteriormente mi hija Carmen fue Belleza infantil de Alfonso el Sabio y tuvo la gran fortuna de ser nombrada Dama del Fuego infantil en 2011”.
“Por si eso fuera poco, sigue explicando Rosalía Mayor, en 2015 la Federación de Hogueras me nombró presidenta de la elección de la Belleza del Fuego, experiencia imborrable que me hizo conocer desde dentro el trabajo, esfuerzo y dedicación de todos los que participan en las fiestas oficiales de la ciudad”. Aunque, sonríe mientras continúa su frase “si a fiestas me refiero, tengo que hablar también de lo que he disfrutado con los Moros y Cristianos de San Vicente, los de Bañeres, los de Campo de Mirra, y siempre acompañada de los mejores anfitriones. Y si de tradiciones de mi ciudad se trata, también he recorrido de mantilla las estrechas calles del barrio acompañando a la Virgen de la Soledad”.
Rosalía se siente honrosamente dichosa por haber sido nombrada Alicantina de Adopción 2021 y amablemente agradecida a todas las personas que la han acompañado en su caminar hasta llegar dónde hoy está: su familia, sus amigos, sus compañeros… Y sigue recordando el lema que asignó a su labor en la APPA: Juntos somos más fuertes.